«La empatía necesaria para cambiar (y salvar) vidas»

Columna originalmente publicada en ANDA

La empatía necesaria para cambiar (y salvar) vidas

En el mundo de la publicidad y los negocios, a menudo se piensa que el diseño sirve para que lo que sea que hagamos “se vea bonito”. Vale decir: ejecuciones gráficas en favor de la estética, que apoyan el proceso de desarrollar una marca o impulsan una campaña de marketing.

Aunque esto no es totalmente incorrecto, en realidad, el diseño puede lograr mucho más que eso. Cuando lo dotamos de un insight relevante y un propósito, el diseño puede pasar de ser una herramienta, a una solución para problemáticas sociales complejas. Puede cambiar vidas, e incluso, salvarlas.

Los investigadores Christopher Charles y Gavin Armstrong buscaron por años una solución a un problema que afecta a más de 2 mil millones de personas a nivel mundial: la anemia por deficiencia de hierro. Hoy, alrededor de un tercio de las personas en el planeta se van a la cama con hambre, y los más afectados son mujeres y niños en países vulnerables, como Camboya.

En este país, el propósito estaba claro: descubrieron que meter un trozo de hierro en la olla donde se cocina la comida puede elevar la concentración de hierro en la sangre, mejorando la salud de las personas con anemia. Sin embargo, esta idea no resultaba apetitosa para nadie, y muchos trozos de hierro regalados por los investigadores a las familias camboyanas terminaron siendo topes de puerta. ¿Cómo podían impulsar a usar algo que era bueno para su salud, pero que no les hacía sentido alguno?

Esta es la clave: para generar un impacto real en la vida de las personas, primero debemos entender qué es significativo para ellas. Apenas Gavin y Armstrong lo comprendieron, se dieron cuenta de que, en Camboya, el pez es un fuerte símbolo de salud, bienestar y buena suerte. Ya tenían su insight. Y lo siguiente fue quizás la parte más decisiva del proyecto: el diseño.

Transformar el trozo de hierro en un pez fue suficiente para impactar la vida de más de 1 millón de personas, que ahora estaban dispuestas a meterlo a sus ollas. La ONG Lucky Iron Fish (en español Pez de Hierro de la Suerte) lleva diez años donando sus peces a varios países del mundo, y en 2022 lograron reducir las cifras de anemia en un 32% en las zonas donde implementaron sus programas. Este es un ejemplo del valor y el poder real del diseño. Cuando cambiamos nuestra mentalidad sobre lo que es diseñar y lo vinculamos a un propósito, podemos cambiar vidas.

Historias como ésta no sólo nos inspiran, sino que también nos hacen preguntarnos cómo estamos ayudando, cada uno de nosotros, a sanar los dolores de la sociedad desde nuestro quehacer cotidiano. Y las marcas y empresas no son la excepción. En Almabrands invitamos a las organizaciones a pensar los negocios desde la empatía y el impacto positivo, desde la preocupación real por generar los cambios que el mundo necesita, a través de un diseño estratégico realmente anclado en un propósito significativo. Ese cambio y transformación queremos inspirar y potenciar.

Por Siegfried Kunstmann, Almabrands